Su objetivo principal ha sido conocer la implantación de prácticas seguras de medicación en los servicios de urgencias hospitalarios, considerando la importancia que tiene prevenir los errores de medicación en estos servicios, que presentan una elevada prevalencia de eventos adversos evitables por medicamentos.
Los resultados del estudio indican que hay numerosas prácticas seguras consideradas fundamentales para evitar los errores en los servicios de urgencias y que están implementadas de forma insuficiente en nuestro país. También muestran que hay una gran variación en el grado de implantación de prácticas entre los servicios. Entre estas prácticas destacan la falta de una historia clínica compartida única que permita acceder al tratamiento completo del paciente en atención primaria y hospitalaria, la falta de incorporación del código de barras en la administración y el uso de bombas de infusión inteligentes. También la incorporación del farmacéutico clínico a los equipos de urgencias, y la conciliación de la medicación y la provisión de información a los pacientes al alta de urgencias.
La realización del estudio ha permitido identificar puntos críticos de mejora sobre los que sería prioritario planificar iniciativas colaborativas entre los servicios de urgencias, para reducir los errores de medicación en los pacientes atendidos en estas unidades